sábado, 17 de noviembre de 2012

El doble discurso patronal de Jornet y Gamond ante el “7D”



 “Los Carlos”, Jornet, director periodístico de La Voz del Interior y presidente de ADEPA y Gamond, director del diario Puntal, dieron su “versión empresarial” sobre periodismo independiente y libertad de expresión en un Foro de Profesionales de Río Cuarto. No dieron lugar al debate.

Por Ángel César Ludueña (*)

“Periodismo Independiente” fue el pomposo título del encuentro del ciclo de “Conferencias del Foro de Profesionales de Río Cuarto” y paradójicamente, los disertantes fueron Carlos Jornet, director de La Voz del Interior y presidente de ADEPA, y Carlos Gamond, director de PUNTAL y ex titular de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la organización, que aglutina a las entidades periodísticas del país.
Como era de esperar, los expositores utilizaron como línea argumental la reivindicación de valores democráticos, republicanos y de libertad desde la sesgada mirada que tienen respecto de estas cualidades, no sólo hacia fuera, sino también hacia adentro de las empresas periodísticas que dirigen.
Muchos de los asistentes al Foro seguramente desconocen como son en realidad “los Carlos” en sus respectivos lugares de trabajo, pero en cambio los trabajadores saben perfectamente que sus pensamientos son exactamente lo contrario a lo que expresaron el martes 6 de noviembre pasado en el Teatro Municipal de Río Cuarto.
Jornet y Gamond se mostraron como férreos defensores del derecho a la libertad de expresión,  pero nada dijeron respecto de que hacia el interior de ambas empresas este principio republicano, democrático y de respeto, no se practica. Se actúa en el sentido opuesto.
En una definición casi apocalíptica, Jornet aseguró “que sin medios de comunicación. ni profesionales del periodismo” (¿cuáles?, ¿ellos?… ¿y los trabajadores, no existen?) “no puede haber una sociedad democrática y participativa”.
Y nosotros decimos que tampoco habrá tipo de sociedad valiosa, como hipócritamente ellos la definen, si los medios periodísticos coartan la libertad de información de los trabajadores.
Jornet siguió consumiéndose en su propia hoguera cuando afirmó que el sistema democrático no se garantiza con el ataque a las empresas periodísticas, ni por la creación de medios afines al gobierno, pero sí se facilitará el “ocultismo, la corrupción y la concentración de poder”.
Sobre estas tres cuestiones, Puntal y La Voz del Interior, y muchas otras también, conocen muy bien de que se trata, pues son prácticas que llevan adelante con sus trabajadores.
El “ocultismo”, es destruir o hacer “invisible” a la organización de los trabajadores, con prácticas como prohibir el ejercicio de todos los derechos protectorios laborales dentro de las empresas y conduce a una fenomenal concentración de poder, con el fin de  avasallar los derechos de los trabajadores consagrados en sus Convenios Colectivos de Trabajo, el Estatuto del Periodista Profesional y del Empleado Administrativo de Empresas Periodísticas, hasta su total desaparición.
Un acabado ejemplo de esto tuvo como patético protagonista a La Voz del Interior cuando en 2007 en el marco de una paritaria, y ante la ausencia de voluntad de negociación de la empresa, los trabajadores se manifestaron frente a la planta del diario y la resultante de la protesta fue castigar penalmente a dirigentes del Cispren por defender un legítimo reclamo de los compañeros.
Editorial Fundamento SA –editora de PUNTAL- no le va en zaga porque al “ocultismo” lo pone en práctica con aquel trabajador –y más flagelante será con aquel que representa gremialmente a sus compañeros-, que no está dispuesto a hacer lo que pretende la empresa, desconociendo los derechos de aquel.
El castigo, tenerlo en el “freezer”, modo que adquiere el horroroso “ocultismo” que se practica en Puntal, tiene como doble objetivo someter al castigado y que sea ejemplificador para el resto. Así les hace saber que el derecho vigente y escrito es “letra muerta”.
También lo es la obstrucción a participar libremente las asambleas cada vez que un conflicto se desata, generalmente originado desde las propias empresas, o por un reclamo legítimo de los trabajadores.
En otro momento de su alocución Gamond se interrogó “¿cuál es el sentido de descalificar la tarea del periodismo?”, negando así que en realidad que las víctimas de este proceso de excesiva incontinencia discursiva son los trabajadores, sí los mismos que Jornet y Gamond desconocen y que sufren con los injustos etiquetamientos de “oficialistas” u “opositores”.
Grande fue la sorpresa escuchar a Gamond decir que las nuevas tecnologías no cambiaron la “naturaleza” del trabajo del periodista. Tamaña definición no se compadece con lo que ocurre en el trabajo diario en PUNTAL porque la precarización laboral está a la orden del día y la multiplicidad de labores impuestas a como de lugar, son la regla, desconociendo los derechos laborales vigentes.
Jornet y Gamond no se diferenciaron en nada del gobierno nacional a quien critican por su modo de proceder. Ellos construyeron “su” propio relato, pretendiendo mostrarlo como verosímil.
Por las dudas, finalizadas sus exposiciones no hubo lugar para construir un diálogo en base a preguntas y respuestas, pero sí les preocupa que en nombre de la democracia y la libertad no haya “conferencias de prensa”.
 (*) Secretario General – CISPREN Río Cuarto – Trabajador de PUNTAL-

No hay comentarios:

Publicar un comentario