viernes, 6 de junio de 2014

Nuestro Norte es el Sur

Viernes 6 de junio de 2014, por Juan Carlos Giuliani *



Este 7 de Junio, Día del Trabajador de Prensa, nos encuentra, como siempre, luchando a brazo partido en la disputa de la renta a los grupos económicos propietarios de la inmensa mayoría de los medios de comunicación.



En esta pelea –desigual- el salto cualitativo lo marca el grado de organización alcanzado por los compañeros en cada lugar de trabajo. Desde esa plataforma se construye la libertad y democracia sindical y se interpela el poder de las patronales -tanto las enroladas en el Grupo Clarín como las corporaciones alineadas con el Gobierno- para demandar nuestros derechos salariales, laborales, de seguridad y medio ambiente.
En muchos lugares del país ni tan siquiera se respeta el piso mínimo que establece el Estatuto del Periodista Profesional (Ley 12908) y el Estatuto del Empleado Administrativo de Empresas Periodísticas. Esa realidad de precarización y flexibilización laboral es la que no nos bancamos y venimos a modificar.
Estas mismas patronales expertas en la superexplotación de los trabajadores de prensa y comunicación, que se llenan la boca con la libertad de prensa -de empresa-, son las que actúan con mano de hierro para disciplinar a los periodistas en la réplica del discurso hegemónico funcional al régimen.
Este dispositivo, utilizado a veces “manu militari” y otras por vías más persuasivas pero igualmente efectivas, naturaliza la práctica de la censura y autocensura, premia a los más obedientes y castiga y manda al freezer a los que se animan a luchar para poder ejercer el derecho a la libertad de expresión prácticamente inexistente en los grandes medios.
A más de treinta años que la UNESCO publicara el Informe MacBride "Voces Múltiples, Un Solo Mundo" para promover un nuevo orden comunicacional y desarrollar un nuevo equilibrio en el ámbito de la información, un puñado de mega corporaciones económicas controla la mayoría de los medios de comunicación del mundo, a través de los cuales difunde el discurso único de la globalización capitalista.
La proliferación de medios barriales, locales, regionales, comunitarios en los diferentes soportes que actualmente habilita el desarrollo tecnológico, va forjando la articulación, todavía incipiente y deficitaria, de una red de comunicación popular que se erige como el mejor antídoto al oligopolio comunicacional, promueve la comunicación propia y contribuye a romper el cerco informativo.
Después de dar testimonio de lucha por una nueva Ley de Medios desde el retorno de la democracia, como miembros fundadores de la Coalición por una Radiodifusión Democrática redactora en 2004 de los 21 puntos que sirvieron de sustento argumental a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2009, sostenemos que es hora de que el Gobierno aplique de una vez por todas esta norma, fundamentalmente cumpliendo y haciendo cumplir el capítulo que otorga el 33 por ciento del espacio radioeléctrico a las organizaciones libres del pueblo, sin fines de lucro, que siguen peregrinando por los despachos oficiales sin obtener ninguna respuesta satisfactoria.
La objetividad y, por tanto, la neutralidad no existen. Cada uno es cada cual y opina según su concepción del mundo, la gente y las cosas. En mi condición de trabajador de la comunicación escribo con absoluta pasión y subjetividad, descreído de la imparcialidad con la que disfrazan su discurso resignado y posibilista los corifeos del sistema.
Somos artesanos de un oficio que tiene, desde sus orígenes, múltiples ejemplos de entrega y compromiso con la causa de la clase trabajadora. No está de más recordar que entre los Mártires de Chicago figuran tres periodistas: Adolf Fischer, alemán, 30 años; Albert Parsons, estadounidense, 39 años y Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años.
El Día del Periodista fue establecido en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, en recuerdo del primer medio de prensa con ideas patrióticas. El 7 de junio de 1810 Mariano Moreno fundó la "Gazeta de Buenos Ayres", primer periódico de la etapa independentista argentina. "¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?... Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de la Gazeta de Buenos Ayres", escribió de su puño y letra.
Pertenecemos a un gremio castigado, perseguido, silenciado: Durante la dictadura oligárquico-militar se registraron más de cien trabajadores de prensa y comunicación detenidos-desaparecidos por su resistencia a la tiranía.
El 7 de junio de 1810 una Buenos Aires convulsionada leía por vez primera La Gazeta, portavoz de la emancipación nacional. Nuestro mejor homenaje, pues, consiste en rescatar su ejemplo libertario.
La entera humanidad es la que está en juego. Treinta y cuatro años después del Informe MacBride queda una certeza: Nuestro Norte es el Sur.



(ACTA Agencia de noticias de CTA)

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